El 11 de febrero de 1858, Bernardette, recogía leña en las afueras de Lourdes, cuando acercándose a una gruta, el viento la sorprendió y vio una nube dorada y a una Señora vestida de blanco, con sus pies descalzos cubiertos por dos rosas doradas, en su cintura tenía una cinta azul, sus manos juntas en posición de oración, con un rosario en ellas. Al principio se asustó, pero comenzó a rezar el rosario y al mismo tiempo, la Señora pasaba las cuentas del rosario y luego desapareció. Estas apariciones se repitieron 18 veces hasta el 16 de Julio.
Fuente: Lectio Divina
Fuente: Lectio Divina