MARÍA AUXILIADORA
Los cristianos de la Iglesia de la antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en su idioma significa “La que trae auxilios venidos del cielo”. Ya San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama “Auxilio potentísimo” de los seguidores de Cristo. En el siglo XIX la devoción a María Auxiliadora fue reavivada y difundida por San Juan Bosco, quien le construyó en muy poco tiempo una hermosa Basílica en su honor, en Turín, Italia; contando con muy poco dinero.
Fuente: Lectio Divina
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Bendición de María Auxiliadora compuesta por Don Bosco
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Que hizo el cielo y la tierra.
(rezar un Ave María)
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,
no desoigas las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
María Auxilio de los cristianos.
Ruega por nosotros.
Señor, escucha nuestra oración
Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que con la ayuda
del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma
de María, la Virgen Madre, para ser digna morada
de tu Hijo; al recordarla con alegría, líbranospor su intercesión de los males presentes y de la muerte eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
La bendición de Dios Topoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.
Amén.
Fuente: Aciprensa
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NOVENA DE CONFIANZA
Madre amable de mi vida auxilio de los cristianos, la pena que me atormenta, pongo en tus divinas manos. Dios te salve María...
Tú que sabes mis congojas, pues todas te las confío, da la paz a los turbados y alivia el corazón mío. Dios te salve María...
Y aunque tu amor no merezco, no recurriré a Ti en vano, pues eres madre de Dios y auxilio de los cristianos. Dios te salve María...
Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección haya sido abandonado; animado con esta confianza, me presento a ti. ¡Oh Madre de Dios!, no desoigas mis súplicas; escúchalas y acógelas benignamente, ¡oh clemente, oh dulce Virgen María! (Pedir la gracia que se desea y rezar una Salve)
Fuente: devocionario.com
Los cristianos de la Iglesia de la antigüedad en Grecia, Egipto, Antioquía, Efeso, Alejandría y Atenas acostumbraban llamar a la Santísima Virgen con el nombre de Auxiliadora, que en su idioma significa “La que trae auxilios venidos del cielo”. Ya San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla nacido en 345, la llama “Auxilio potentísimo” de los seguidores de Cristo. En el siglo XIX la devoción a María Auxiliadora fue reavivada y difundida por San Juan Bosco, quien le construyó en muy poco tiempo una hermosa Basílica en su honor, en Turín, Italia; contando con muy poco dinero.
Fuente: Lectio Divina
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Bendición de María Auxiliadora compuesta por Don Bosco
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
Que hizo el cielo y la tierra.
(rezar un Ave María)
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios,
no desoigas las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos siempre de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita.
María Auxilio de los cristianos.
Ruega por nosotros.
Señor, escucha nuestra oración
Y llegue a ti nuestro clamor.
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que con la ayuda
del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma
de María, la Virgen Madre, para ser digna morada
de tu Hijo; al recordarla con alegría, líbranospor su intercesión de los males presentes y de la muerte eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
La bendición de Dios Topoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.
Amén.
Fuente: Aciprensa
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NOVENA DE CONFIANZA
Madre amable de mi vida auxilio de los cristianos, la pena que me atormenta, pongo en tus divinas manos. Dios te salve María...
Tú que sabes mis congojas, pues todas te las confío, da la paz a los turbados y alivia el corazón mío. Dios te salve María...
Y aunque tu amor no merezco, no recurriré a Ti en vano, pues eres madre de Dios y auxilio de los cristianos. Dios te salve María...
Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección haya sido abandonado; animado con esta confianza, me presento a ti. ¡Oh Madre de Dios!, no desoigas mis súplicas; escúchalas y acógelas benignamente, ¡oh clemente, oh dulce Virgen María! (Pedir la gracia que se desea y rezar una Salve)
Fuente: devocionario.com